Con una oración, trabajadores de emblemático parque de diversiones caleno se aferran a no morir
En un ambiente cargado de incertidumbre y angustia, cerca de 100 trabajadores del Parque de atracciones Pandemonium, ubicado en el centro de Cali, se encuentran en la lucha por salvar su fuente de empleo. Desde hace casi dos meses, el parque permanece cerrado, con un futuro incierto que amenaza con apagar la magia y las risas que por décadas han llenado las vidas de los caleños y visitantes.
“Con lagrimas en los ojos, el corazón encogido y la esperanza clavada en un hilo, nos aferramos a la posibilidad de que Pandemonium no se muera”, confiesa John Jairo Peña, un trabajador del parque con 20 años de servicio. Su testimonio refleja el sentimiento generalizado que invade a los empleados, quienes han visto como el parque, que alguna vez fue un símbolo de la alegría y el entretenimiento en Cali, se ve amenazado por una crisis que parece no tener fin.
Los trabajadores, quienes dependen del parque para sustentar a sus familias, han recurrido a la oración como su principal arma en la lucha por salvar su fuente de sustento. “Nos hemos encomendado a Dios, pidiendo un milagro que nos permita volver a ver el parque lleno de vida y de familias felices”, afirma María, una trabajadora del parque con 15 años de experiencia.
La situación del Parque Pandemonium es una muestra de la difícil realidad que enfrenta la industria del entretenimiento en Colombia, golpeada por la crisis económica y la pandemia. Sin embargo, la esperanza de los trabajadores del parque no se apaga, y mantienen la fe en que un cambio de rumbo pueda salvar a Pandemonium del olvido.
“No podemos permitir que Pandemonium desaparezca, es parte de la historia de Cali y representa la alegría de nuestra ciudad”, asegura John Jairo Peña. Su voz se mezcla con el murmullo de los demás trabajadores, unidos en un solo deseo: que la magia del parque vuelva a brillar y que sus vidas, tan ligadas al destino de Pandemonium, no se desvanezcan.