Santa Marta enfrenta una grave crisis por el rebosamiento de aguas residuales y un aumento alarmante en la violencia. El colapso de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales (EBAR) Norte ha provocado inundaciones en sectores como Pescaíto, Los Cocos y partes del Centro Histórico, con aguas contaminadas inundando calles, viviendas y comercios. Esta situación genera un riesgo sanitario y afecta gravemente la calidad de vida de los habitantes.
Paralelamente, la ciudad experimenta un incremento en los casos de violencia y homicidios. Recientemente, el asesinato del biólogo italiano Alessandro Coatti ha generado alarma en la opinión pública. Bandas criminales como el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada se disputan el control territorial, involucrando a estos grupos en extorsiones, ajustes de cuentas y tráfico de drogas, sembrando el miedo en diferentes zonas.
El gremio turístico expresa preocupación por la situación, aunque no se han reportado cancelaciones de reservas. Se reconoce la necesidad de soluciones rápidas y efectivas para enfrentar esta crisis. El Comité Intergremial del Magdalena ha solicitado acciones inmediatas para controlar la emergencia sanitaria, con una duración estimada de tres días, según la Essmar. Además, se están planificando soluciones definitivas para el manejo de aguas residuales en la ciudad, con la expectativa de que sean implementadas y culminadas antes de fin de año.
La inseguridad se intensifica con el aumento de homicidios, con 43 casos reportados en el primer trimestre de 2025 y 8 en lo que va de abril. Expertos en seguridad y derechos humanos señalan que la ciudad se encuentra en medio de un ajuste de cuentas entre el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra Nevada, buscando someter al enemigo mediante la violencia.
Se ha instalado una narrativa de “ajustes de cuentas”, lo que genera una percepción de legitimidad a las muertes. Sin embargo, la mayoría de las víctimas son personas humildes de estratos 1 y 2, dedicadas a oficios como el mototaxismo, el trabajo agrícola o la pesca, sin vínculos con los grupos armados.