Las operaciones militares en el norte del Cauca continúan con el objetivo de desmantelar a las disidencias de las Farc, quienes se camuflan entre la población civil para evitar ser detectados. En El Plateado, uno de los puntos focales de la presencia de estas estructuras armadas, se han desplegado tropas del Ejército y la Policía Nacional para neutralizar el poder de fuego de los disidentes.
Desde el inicio de la operación, las autoridades han logrado recuperar varios campamentos y laboratorios, incluyendo uno dedicado a la elaboración de explosivos. La Fiscalía General de la Nación ha expedido órdenes de captura contra los cabecillas del frente ‘Jaime Martínez’, quienes se encuentran bajo la mira de las autoridades.
Las tropas militares avanzan hacia el Cañón del Micay, un área estratégica que alberga diversos poblados donde se sospecha que se refugian los disidentes. La operación busca evitar que estos grupos armados continúen extorsionando a los habitantes y realizando actividades ilícitas, como el narcotráfico.
Las disidencias de las Farc han estado fuertemente arraigadas en el norte del Cauca durante años, llevando a cabo actividades delictivas y utilizando el territorio para cultivar coca y producir cocaína. La presencia de estas estructuras armadas ha generado una ola de violencia en la región, afectando la seguridad de los habitantes y dificultando el desarrollo social y económico.
La lucha contra la presencia de los disidentes es una prioridad para el gobierno, que ha intensificado la presencia militar en la zona. Los esfuerzos de las autoridades se centran en desmantelar las estructuras de las disidencias, desarmarlas y llevar a la justicia a sus cabecillas.
La operación militar busca recuperar el control del territorio y garantizar la seguridad de la población, mientras que las autoridades trabajan para desarticular las redes criminales y brindar alternativas de desarrollo a las comunidades afectadas por la violencia.
