La intervención del gobierno sobre las principales EPS del país se extenderá en el tiempo. La Superintendencia Nacional de Salud confirmó esto después de ordenar que la intervención sobre Sanitas continúe por un año más y, este jueves, tomó la misma decisión sobre la Nueva EPS.
La decisión se basa en la persistencia de problemas financieros y graves deficiencias en la prestación del servicio a los usuarios. La Supersalud también denuncia que las directivas de la Nueva EPS no reportan sus estados financieros, lo que impide a la entidad contar con información precisa para evaluar la situación financiera real de la compañía.
Ante los continuos incumplimientos de las obligaciones financieras a hospitales y clínicas, los usuarios han denunciado la interrupción de los tratamientos médicos y la atención, lo que pone en riesgo su vida.