La familia de Cindy Paola Bedoya, una colombiana de 33 años que falleció en una celda de la comisaría de San Juan de Lurigancho en Lima, Perú, se encuentra luchando para repatriar su cuerpo.
Bedoya fue detenida el pasado 23 de mayo por “resistencia a la autoridad” y “falso testimonio” mientras se encontraba en un restaurante, junto a su pareja. Según la denuncia de la familia, la mujer fue víctima de violencia policial durante su detención.
Días después, el 28 de mayo, fue encontrada sin vida en su celda. Las autoridades peruanas aún no han determinado la causa de muerte, pero la familia sospecha que pudo haber sido producto de una golpiza.
“Ella tenía golpes en el cuerpo, su brazo estaba inflamado, y la cabeza le sangraba. El policía le dijo a mi esposo que ella se había golpeado la cabeza en la pared. Es mentira”, dijo la madre de Cindy, Sonia Bedoya.
La familia inició una campaña en redes sociales para recaudar fondos para repatriar el cuerpo de Cindy y exige justicia por su muerte. “Ella era una mujer trabajadora, alegre, y no merecía morir de esta manera”, dijo su madre.
El consulado colombiano en Perú está brindando apoyo a la familia y se encuentra trabajando con las autoridades para repatriar el cuerpo de Cindy.
La muerte de Cindy ha generado indignación en Colombia y ha puesto en debate la violencia policial en Perú. Diversas organizaciones de derechos humanos han condenado la muerte de la mujer y exigen una investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades.
Las autoridades peruanas se encuentran investigando el caso y se espera que en las próximas semanas se conozcan los resultados de la autopsia.
La familia de Cindy espera que se haga justicia por su muerte y que se puedan evitar casos similares en el futuro. “No queremos que otros colombianos mueran en estas circunstancias”, dijo Sonia Bedoya.