La muerte de Laura Camila Rodríguez Velásquez, de 26 años, en Tolú (Sucre) el pasado 5 de abril, ha generado preocupación en su familia, quien pide celeridad en las investigaciones. Cristina Velásquez, madre de la joven, asegura que algo no cuadra en el fallecimiento de su hija. Laura Camila había viajado con su pareja y amigos a la cabaña Casa Luna, en el sector El Francés, para unas vacaciones.
El pasado 3 de abril, la joven había contactado con sus padres para informarles que había llegado bien. Al día siguiente, 4 de abril, realizó una videollamada desde la playa, compartiendo su alegría por el cumpleaños de un compañero de trabajo. Sin embargo, a las 4:00 a.m. del día siguiente, Cristina recibió una llamada del novio de Laura, quien le comunicó la triste noticia de su muerte.
Según testigos, Laura habría salido llorando hacia la piscina tras una discusión con su novio. Tras compartir algunos tragos, la joven falleció de forma repentina. Las versiones sobre lo sucedido son contradictorias. Se habla de que Laura estaba boca arriba o boca abajo en la piscina, y de que algunos presentes estaban bajo los efectos del alcohol, lo que dificulta la claridad de los hechos.
Las autoridades fueron alertadas sobre la presencia de una mujer muerta en la piscina a las 2:51 a.m., pero el cuerpo ya había sido retirado del agua y cubierto con una manta. Cristina Velásquez denuncia que la investigación se encuentra estancada, sin un dictamen oficial de Medicina Legal y con pocas entrevistas realizadas.
La familia de Laura Camila exige justicia y pide que se esclarezcan las circunstancias de su muerte, ya que no creen en la hipótesis del ahogamiento, considerando que la piscina no era profunda y Laura sabía nadar.