La violencia en el Cauca continúa escalando con ataques aéreos realizados por disidencias de las Farc utilizando drones cargados con explosivos. Los municipios de Cajibío, Piendamó y Morales han sido los más afectados, generando temor y desplazamiento entre la población.
El domingo de Ramos, mientras se celebraban misas en Cajibío, explosiones provenientes de drones sorprendieron al pueblo. Los artefactos impactaron cerca de la estación de Policía, causando pánico y obligando a la comunidad a buscar refugio.
De acuerdo a testimonios, los drones sobrevolaron el casco urbano por varias horas antes de liberar sus cargas explosivas. Comerciantes relataron que tuvieron que correr y esconderse cuando los drones lanzaron los explosivos cerca de ellos.
En los días previos, Piendamó y Morales también fueron blanco de ataques similares. En Piendamó, los drones impactaron el techo de la estación de Policía, ubicada en el centro del municipio, cerca de los templos donde se celebraban misas. En Morales, un uniformado resultó herido tras el ataque aéreos.
Estas acciones han generado un éxodo de familias y comerciantes que buscan refugio en Popayán. El miedo y la incertidumbre se apoderan de las zonas donde la presencia estatal es débil.
Los ataques con drones representan un nuevo desafío para las autoridades colombianas, quienes deben enfrentar una modalidad de guerra no convencional. Aunque no se han reportado muertos, el impacto psicológico y social es evidente: iglesias vacías, comercios cerrados y calles silenciosas por el miedo.
La comunidad exige presencia estatal efectiva y medidas de protección que garanticen su seguridad. La situación en el Cauca se mantiene tensa, a la espera de pronunciamientos oficiales del Ministerio de Defensa y la Gobernación del Cauca.
