Tras la caravana masiva de motocicletas que recorrió las calles de Cali la noche del viernes 9 de mayo, las autoridades mostraron su rechazo y anunciaron contundentes medidas contra los responsables.
Gustavo Orozco, secretario de Movilidad de la ciudad, calificó el evento como una “clara violación al orden y la tranquilidad que exige esta ciudad”. Aseguró que no se trató de una actividad recreativa y cultural, sino de un acto que pone en riesgo la seguridad de los caleños tanto de quienes participaron como de quienes circulan de manera regular.
Orozco denunció que se observó “exceso de velocidad, maniobras imprudentes, ausencia de elementos de seguridad y desafío abierto a la autoridad”, actos que, según afirmó, no serán tolerados.
El funcionario advirtió que se están realizando procesos de identificación de los involucrados y que los vehículos y conductores que han infringido las normas recibirán los respectivos comparendos. Indicó que existe suficiente evidencia visual y testimonial para proceder con las sanciones.
El balance preliminar también reveló que la actividad, además de no contar con autorización oficial, promovió una actitud de rebeldía frente a los controles de tránsito. En varios tramos de la ciudad, los motorizados evadieron señales, irrespetaron semáforos y bloquearon pasos peatonales, creando un ambiente de inseguridad e incertidumbre.
En este sentido, la Secretaría de Movilidad anunció que continuará con operativos enfocados en prevenir este tipo de comportamientos. Orozco reiteró el compromiso de la administración con la seguridad de la ciudadanía y el respeto a la ley, advirtiendo que “en Cali, la ley se respeta”.
