El Frente de Guerra Occidental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) decretó un paro armado en el Chocó, que comenzó este jueves 2 de mayo a mediodía y se extenderá hasta la medianoche del domingo 5 de mayo.
La decisión se tomó tras una emboscada en la que tres presuntos integrantes del Clan del Golfo perdieron la vida en Alto Baudó. El enfrentamiento ocurrió el pasado 29 de abril, alrededor de las 5:50 de la tarde, a 800 metros del caserío Pie de Pato, donde un grupo guerrillero interceptó una lancha.
El ELN informó que en el operativo, tres personas murieron, tres resultaron heridas y una logró refugiarse en la estación de Policía del municipio. El grupo guerrillero señaló que buscaba impedir el avance de redes paramilitares en la región, a quienes acusan de establecer rutas de narcotráfico con apoyo de autoridades locales.
En su comunicado, el ELN denunció una supuesta complicidad entre estructuras del Clan del Golfo y miembros de la fuerza pública, particularmente en la subregión del Baudó. Afirmó que al menos diez hombres armados al mando de alias Javier operan libremente entre los corregimientos de Puerto Meluk y Pie de Pato, movilizándose por el río sin restricciones de los controles estatales.
Señaló que desde 2025, los paramilitares habrían establecido una ruta de narcotráfico desde el medio hacia el alto Baudó, utilizando los ríos Cugucho y Chorí en el municipio de Nuquí como vía de almacenamiento y tránsito de drogas hacia el océano Pacífico.
El ELN indicó que los paramilitares mantienen presencia permanente en múltiples puntos estratégicos del territorio, incluidos los ríos Dubasa y Catru, la comunidad de Platanares, la quebrada Apartado, el río Nauca, la quebrada Mojaudó y varias cabeceras municipales como Puesto Indio, Santa María de Condoto y Cristiano.
En estos sectores, las comunidades afrodescendientes e indígenas han denunciado agresiones físicas, amenazas, robo de embarcaciones comunitarias, uso de armas de fuego, consumo de drogas, y abuso a menores de edad. Organizaciones sociales locales han alertado que estas prácticas representan una amenaza grave a la dignidad y la integridad de la población civil.
Ante el incremento de las tensiones y como medida preventiva para evitar que los enfrentamientos afecten a la población civil, el Frente de Guerra Occidental del ELN decretó un paro armado de 72 horas.
Durante este periodo, queda prohibida cualquier actividad de transporte fluvial, así como el tránsito de personas y mercancías por los ríos Baudó y sus afluentes.