Cardenal Turkson, ¿el primer Papa africano?

El cardenal Peter Turkson, de Ghana, se perfila como posible sucesor del papa Francisco y podría convertirse en el primer papa africano. Su trayectoria eclesiástica, marcada por una labor social y una posición influyente en el Vaticano, lo posiciona como una figura clave en la próxima elección papal.

El cardenal Peter Turkson, de 76 años, se destaca como una figura de relevancia en la Iglesia católica, especialmente a la luz del próximo cónclave. Nacido en Nsuta-Wassa, Ghana, Turkson proviene de un hogar humilde donde su padre era carpintero católico y su madre, metodista, se dedicaba a vender verduras. Su trayectoria eclesiástica es amplia, abarcando desde misiones de reconciliación en África hasta cargos de alta responsabilidad en la Santa Sede.

Fue creado cardenal en 2003 por Juan Pablo II, convirtiéndose en el primer purpurado de África Occidental en recibir esa distinción. Desde entonces, ha ocupado posiciones clave como la presidencia del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz y, más recientemente, la jefatura del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, organismo que abarca temas sociales, económicos y migratorios.

Turkson ha demostrado ser un líder influyente dentro de la Iglesia. Durante el papado de Benedicto XVI, lideró una asamblea especial sobre África, donde se debatieron problemáticas como la pobreza, el sida, la brujería y la fuga de cerebros. Su rol también fue crucial en momentos de tensión política, como las elecciones ghanesas de 2008, actuando como mediador para evitar una escalada de violencia.

Si bien ha criticado ciertas leyes homófobas en África, mantiene posturas conservadoras alineadas con la doctrina vaticana en temas como la homosexualidad y el uso del preservativo, aunque ha abierto el debate en contextos específicos como el de parejas serodiscordantes. Turkson habla seis idiomas, ha sido emisario del papa Francisco en conflictos como el de Sudán del Sur y ha representado al Vaticano en foros como Davos, donde ha advertido sobre los riesgos del neoliberalismo económico.

Turkson también ha señalado la necesidad de una renovación litúrgica, criticando la falta de emoción en la misa católica frente al dinamismo de otras iglesias cristianas, como las evangélicas. Su experiencia y liderazgo lo posicionan como una figura clave en la Iglesia católica, especialmente en un contexto donde el catolicismo experimenta un crecimiento notable en África.