Desde la madrugada de este lunes, cerca de 200 campesinos del Guaviare se concentraron en la Plaza de Bolívar, en el centro de Bogotá, para manifestar su rechazo a la creciente violencia en sus regiones.
Los campesinos se encuentran actualmente dentro de carpas en la calle, reclamando por las amenazas, desplazamientos forzados y la presencia cada vez mayor de actores armados en zonas donde antes se vivía en relativa paz.
Se espera la llegada de delegaciones campesinas del Cauca y del Huila, regiones también afectadas por el conflicto, lo que podría intensificar la protesta en los próximos días. La posible escalada de la manifestación ha activado las alertas en la ciudad, obligando a buscar soluciones para la permanencia de estas comunidades en Bogotá.
El alcalde Carlos Fernando Galán manifestó su preocupación por el impacto de la protesta en la ciudad y solicitó al Gobierno Nacional tomar medidas para abordar las causas del conflicto en las regiones afectadas.
“Consideramos que una persona pernoctando en el espacio público no es lo adecuado. Se debe buscar una alternativa y creo que el Gobierno Nacional debería buscar una alternativa para que estas personas puedan pernoctar de manera digna y adecuada”, expresó el mandatario.
La protesta campesina coincide con el intento de retorno de la comunidad indígena Emberá al Parque Nacional. El secretario de Gobierno, Gustavo Quintero Ardila, confirmó el traslado de parte de esta comunidad a la UPI La Rioja y señaló que “Se van las comunidades y así queda el Parque Nacional después de cerradas las conversaciones”. A pesar de ello, el funcionario advirtió: “No dejaremos de señalar nuestra preocupación frente al uso de menores de edad en vías de hecho”.