El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó que se ha recibido información sobre posibles intenciones de ataques a las autoridades en la capital. Aclaró que no se ha recibido una amenaza particular reciente para Bogotá, pero que la información sobre posibles ataques requiere estar alerta.
En respuesta a esta posible alerta, el Ministerio de Defensa emitió un protocolo de seguridad para todo su personal en Bogotá, incluyendo militares, policías y empleados administrativos. Entre las medidas se encuentra la prohibición de usar uniformes fuera del servicio activo, se les pide a los uniformados que se desplacen de civil y se enfatiza la necesidad de cambiar constantemente las rutinas de desplazamiento entre el hogar y el lugar de trabajo, usando diferentes horarios y trayectos.
Estas medidas se toman en el contexto del ‘plan pistola’ ejecutado por el Clan del Golfo, que ha cobrado la vida de 16 policías y cuatro militares. El presidente Gustavo Petro ha condenado estos hechos y anunciado el incremento de los operativos militares. La mayoría de los uniformados asesinados han sido víctimas de disparos a sangre fría cerca de sus casas o incluso frente a sus familias.
Se presume que este plan pistola se lleva a cabo como represalia por la muerte de José Miguel Demoya Hernández, alias Chirimoya, quinto cabecilla del Clan del Golfo, abatido el pasado 5 de abril en un operativo realizado por las Fuerzas Militares y la Policía.
