Alan Aritama, un joven ciclista samario de 13 años, se encuentra luchando por su vida en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario de Santander, tras un accidente de tránsito que lo dejó en estado crítico. El accidente ocurrió el pasado 2 de agosto en la vía que conecta a Bucaramanga con el municipio de Piedecuesta, cuando el joven atleta se encontraba entrenando junto a su equipo.
Aritama, quien es considerado uno de los ciclistas más prometedores de la región, sufrió múltiples fracturas, incluyendo una en la columna vertebral, que le ha dejado con dificultades para moverse. El joven se encontraba en un estado de coma inducido durante varios días, lo que ha generado gran preocupación en la comunidad ciclista de Santander y en su familia.
«Alan es un chico que siempre ha tenido una sonrisa en el rostro. Es un luchador incansable, y sabemos que él va a salir adelante», comentó su entrenador, Andrés Rodríguez. «Estamos pidiendo a todos los colombianos que se unan a la cadena de oración por la pronta recuperación de nuestro campeón».
El accidente ha despertado la solidaridad de la comunidad ciclista de Santander, quienes han organizado diversas actividades para recaudar fondos para cubrir los gastos médicos de Aritama. Además, se ha creado una página web para que los interesados puedan hacer sus donaciones y seguir de cerca la evolución del joven ciclista.
La Federación Colombiana de Ciclismo también ha expresado su apoyo a Aritama y a su familia. «Nos solidarizamos con Alan y con su familia en este difícil momento», comentó el presidente de la Federación, Jorge Ovidio González. «Esperamos que su recuperación sea pronta y que pueda volver a disfrutar de su pasión por el ciclismo».
El caso de Aritama ha puesto de manifiesto la importancia de la seguridad vial en Colombia, especialmente para los ciclistas. El accidente ha sido un llamado de atención a las autoridades para que implementen medidas que garanticen la seguridad de los deportistas en las vías del país.
La comunidad ciclista de Santander está conmocionada por el accidente de Aritama, pero a la vez, se encuentra unida en la esperanza de que el joven atleta pueda superar esta difícil prueba y regresar a las competencias con la misma pasión y energía que lo caracterizan. El futuro del ciclismo samario depende en gran medida de la recuperación de Aritama, quien ha demostrado ser un joven con un talento excepcional y una gran capacidad para superar los desafíos.
Aritama es un ejemplo de perseverancia y entrega, un ciclista que ha dejado huella en la región por su talento y por su compromiso con el deporte. Su lucha por la vida inspira a la comunidad y a todos aquellos que lo conocen. La recuperación de Aritama es un motivo de esperanza para el ciclismo samario y para el deporte colombiano en general.
