Durante la IV Reunión Ministerial entre China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), el presidente de Colombia, Gustavo Petro, expresó su preocupación por la lenta progresión en la descarbonización del planeta. El mandatario advirtió sobre las consecuencias de ignorar la crisis climática global y señaló la influencia de ideologías que obstaculizan el consenso científico y el progreso en materia ambiental.
Petro afirmó que estas corrientes de pensamiento no solo niegan la evidencia del cambio climático, sino que también promueven narrativas centradas en el poder económico y la acumulación, priorizando el valor del dólar y la codicia sobre la protección del planeta.
Como presidente pro tempore de la Celac, Petro también abordó el contexto mundial, caracterizado por la fragmentación, los conflictos armados, las tensiones geopolíticas y las brechas de desigualdad. “Nos enfrentamos a un dilema existencial: cooperamos o perecemos”, declaró, enfatizando la urgencia de actuar frente a las crisis globales.
El presidente colombiano resaltó la necesidad de fortalecer el diálogo entre civilizaciones como clave para alcanzar una paz mundial duradera, un intercambio libre de autoritarismos y formas de imperialismo, basado en principios horizontales y equitativos. Invitó a la Celac a jugar un papel activo en la convocatoria de estas conversaciones globales.
El foro, que reúne a altos funcionarios y representantes de países latinoamericanos y chinos, tiene como objetivo revisar los avances del Plan de Cooperación Conjunta 2022-2024 y definir la hoja de ruta para el período 2025-2027. Temas como la salud pública, la educación, la digitalización y la acción climática son centrales en el debate.
El encuentro coincide con un momento crucial para las relaciones económicas entre China y América Latina. China se consolida como el segundo mayor inversor extrarregional en la región y el principal socio comercial de economías clave como Brasil, Chile y Perú. El comercio bilateral entre enero y septiembre de 2024 alcanzó los 427.400 millones de dólares, representando un aumento del 7,7% respecto al mismo período del año anterior.
Finalmente, Petro hizo un llamado a revisar el enfoque global sobre la migración, indicando que la persecución a los migrantes es un síntoma de la pobreza estructural del sur global. Con este mensaje, el presidente colombiano volvió a situar el discurso ambiental y social en el centro de la agenda latinoamericana, en un contexto de realineamiento geopolítico y urgencias planetarias.