Este martes, a las 9:00 de la noche en el Vaticano, es decir, las 2:00 de la tarde en Colombia, el mundo católico esperaba con ansias un anuncio desde la Capilla Sixtina. Sin embargo, la chimenea del techo arrojó humo negro, confirmando que en la primera jornada del cónclave no se logró un consenso para elegir al nuevo Papa.
La señal del humo negro indica que ninguno de los cardenales alcanzó la mayoría necesaria para la elección: al menos 86 votos de los 115 purpurados con derecho a sufragio, la mayoría calificada de dos tercios que exige el protocolo del cónclave. La falta de acuerdo en la primera ronda no es inusual, pero sí sugiere que no hay un claro favorito, al menos por ahora.
Durante más de tres horas, los cardenales estuvieron reunidos en deliberación, luego de que la Capilla Sixtina se cerrara al público y se desconectara del exterior. En cumplimiento del tradicional “Extra Omnes”, que anuncia la salida de todos los ajenos a la elección, las puertas se clausuraron pasadas las 5:00 p.m. (hora local del Vaticano), marcando el inicio del encierro sagrado.
El ambiente dentro de la Capilla Sixtina es de estricta reserva. Solo los cardenales participantes tienen acceso, y se han tomado todas las medidas para evitar filtraciones, incluida la inhabilitación de dispositivos electrónicos y la presencia de técnicos que se aseguran de bloquear cualquier intento de transmisión.