En el corregimiento de Potrerito, en Jamundí, Valle del Cauca, se encuentra la comunidad en una profunda angustia tras el secuestro de un niño de 11 años. El hecho ocurrió horas atrás cuando el menor, junto a una trabajadora del hogar, fueron interceptados y obligados abordar un vehículo propiedad del padre del niño.
Los presuntos secuestradores, quienes se presume pertenecen a disidencias de las FARC, utilizaron el vehículo para escapar en dirección al sector de Villa Colombia, zona rural de Jamundí conocida por la presencia del grupo armado. La rápida respuesta de las autoridades permitió establecer el rastro del vehículo, lo que activó operativos de búsqueda en la zona montañosa.
Horas después del rapto, la mujer retenida fue liberada en buenas condiciones de salud. Se encuentra bajo acompañamiento psicológico y está entregando detalles clave sobre el secuestro a las autoridades. Sin embargo, el niño continúa en poder de los captores.
Sus padres han realizado un llamado público por su liberación mientras el Ejército y la Policía refuerzan los operativos de rastreo por tierra y aire. La Gobernación del Valle del Cauca, en coordinación con la Fiscalía y el Gaula, ofrece una recompensa de hasta 200 millones de pesos a quien brinde información que permita ubicar al niño sano y salvo.