La decisión del juez de no imputar el delito de feminicidio en grado de tentativa al pastor evangélico José Ramírez ha generado preocupación en la comunidad de Chinchiná. El caso ha desatado indignación en el Eje Cafetero debido a la presunta violación y intento de asesinato de la hijastra del pastor, quien tenía 13 años.
La indignación aumentó cuando familiares de Ramírez alegaron que el pastor no era culpable de los hechos, argumentando que fue poseído por un espíritu maligno que lo obligó a cometer la acción. Aseguran que el pastor se encuentra afectado espiritualmente y piden su pronta libertad.
Tras ser capturado y entregado a las autoridades, Ramírez fue llevado ante un juez de control de garantías. Aceptó la imputación por los delitos de secuestro agravado y acceso carnal abusivo con menor de 14 años, pero no por feminicidio en grado de tentativa. El proceso judicial continúa y la familia de la víctima y los habitantes de Chinchiná exigen justicia para la niña y una pena ejemplar para el pastor.