Un hombre acusado de secuestro, violación y tortura de su hijastra de 13 años en una finca de Chinchiná, Caldas, enfrenta cargos por secuestro agravado y acceso carnal.
Las autoridades iniciaron formalmente la audiencia de imputación de cargos contra José Erley, quien se hacía pasar por pastor cristiano, este jueves 1 de mayo. La Fiscalía señala que trasladó a la menor bajo engaños, la retuvo por la fuerza, la agredió y la sometió a tratos crueles.
Durante la audiencia, José Erley negó los cargos de secuestro agravado, delito que podría acarrear una pena de hasta 40 años de prisión si es encontrado culpable. La Fiscalía no presentó cargos por tentativa de feminicidio, argumentando que, a pesar de la gravedad del caso, no existen pruebas concluyentes de que la vida de la niña estuvo en riesgo inminente.
Los hechos ocurrieron el pasado martes. Según testigos y allegados, el hombre le dijo a la niña que la llevaría a conocer una casa que estaba preparando para su familia. En lugar de ir al colegio, se desvió hacia una finca que tenía arrendada. Allí, la habría amordazado, golpeado, abusado y mantenido encerrada, mientras ponía música cristiana a alto volumen para evitar que los vecinos sospecharan.
La menor logró escapar por una ventana y corrió envuelta en una sábana, con una cuerda al cuello y cinta en la boca, hasta llegar a una tienda donde pidió auxilio. La intervención oportuna de una mujer y dos vecinas evitó que el agresor la recapturara.
El caso generó indignación en la comunidad, que al conocer los hechos golpeó al acusado antes de que fuera entregado a las autoridades. José Erley permanece en la unidad de cuidados intensivos del hospital San Jorge de Pereira, bajo estricta vigilancia policial, mientras se espera su recuperación para continuar el proceso judicial. La menor se encuentra bajo protección del ICBF y recibe acompañamiento psicológico.