La Universidad del Magdalena llevó a cabo con éxito la segunda sesión de la Cátedra Santa Marta 500 años, un encuentro que exploró las huellas del legado afrodescendiente en la región. El evento, presidido por el rector Pablo Vera Salazar en el Teatro Santa Marta, congregó a un público numeroso y contó con la participación de destacados académicos, historiadores y líderes sociales.
El rector Vera Salazar destacó la importancia de comprender la historia afrodescendiente como parte integral de la identidad de Santa Marta. “Ha sido una historia profunda y dolorosa, pero los afrodescendientes sembraron semillas en el Caribe; hemos heredado el sabor, el ritmo, el color. Hoy lo que somos viene de ese carácter indomable que tienen”, manifestó.
El panel central, moderado por el antropólogo Roberto Almanza Hernández, reunió a Alfonso Cassiani Herrera, experto en métodos de consulta e indagación de la memoria colectiva; Andrés Steele Mitchel, antropólogo raizal nacido en la isla de San Andrés; Matilde Maestre Rivera, líder con amplia trayectoria en la promoción y reivindicación de derechos de comunidades afrodescendientes del Caribe colombiano; y Martin Saaban, pescador artesanal, líder comunitario y presidente del consejo comunitario de las comunidades negras en el corregimiento de Dibulla, La Guajira.
Los panelistas analizaron el impacto de la esclavitud, los aportes de los afrodescendientes en la economía y la cultura durante la época colonial, y coincidieron en que la mayor herencia ha sido la alegría. Alfonso Cassiani Herrera recordó que sus ancestros no fueron esclavos, sino esclavizados y lucharon por su libertad a través del cimarronismo, un ejercicio de construcción de identidad a pesar de las imposiciones. Andrés Steele Mitchel ofreció un recorrido por la llegada de las comunidades negras a la isla de San Andrés, señalando que en 1531 llegaron más de 1.000 esclavos africanos para trabajar en la isla.
La Cátedra Santa Marta 500 años se presentó como un espacio para reconocer la importancia de la historia afrodescendiente en la formación de la ciudad y para promover la eliminación de toda discriminación o racismo. El evento cerró con un concierto de la Orquesta Sinfónica de Unimagdalena “Patrimonio sonoro, cuerpos y legados étnicos”, que exploró la herencia indígena y afrodescendiente en las sonoridades tradicionales del Caribe.