El presidente Gustavo Petro radicó una consulta popular para la reforma laboral el pasado 1° de mayo, generando reacciones inmediatas en el Congreso y las redes sociales. Desde la Plaza de Bolívar, Petro defendió su propuesta, asegurando que la decisión sobre la reforma laboral debe recaer en el pueblo.
Sin embargo, varios sectores políticos criticaron la iniciativa. La senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático calificó la intervención presidencial como un “pobre espectáculo, amenazante como deprimente”. En su cuenta de Twitter, Cabal cuestionó las palabras de Petro sobre la bandera de “libertad o muerte”, recordando que también fueron elegidos por millones de colombianos.
Por su parte, el representante Andrés Forero afirmó que el presidente apenas logró llenar la plaza con “marchantes fletados” y que estaba utilizando el Día del Trabajo para fines políticos.
La discusión sobre la consulta popular se trasladó al Senado, donde el Gobierno necesita al menos 53 votos para convocar al pueblo a decidir. Las cuentas están apretadas y la oposición considera que llevar al país a las urnas en pleno año preelectoral solo aumentará la polarización.
El presidente del Congreso, Efraín Cepeda, propuso una alternativa: tramitar la reforma laboral a través del Congreso, con base en acuerdos entre partidos. Cepeda sugirió que el proyecto presentado por el Partido Liberal, al que ya se le dio mensaje de urgencia, podría ser una solución viable.
Vicky Dávila, precandidata a la presidencia, aseguró en sus redes sociales que el presidente quiere tomarse el poder como lo hizo el M-19 en el Palacio de Justicia. Katherine Miranda, por su parte, le recordó al mandatario que el Congreso no puede actuar bajo amenazas ni caprichos presidenciales.
