Hoy se conmemora a nivel mundial el Día del Trabajo, una jornada que busca reivindicar las luchas y los derechos conseguidos y los pendientes en materia de calidad de vida de la fuerza obrera. En ese marco, Colombia ha adoptado y transformado varias normativas alineadas con los parámetros establecidos por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), entre las que destacan la jornada laboral de 8 horas, la inclusión de la mujer y de las personas en condición de discapacidad en el mercado laboral, y la definición de límites ante el flagelo de la explotación laboral de menores.
Sin embargo, datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares y el análisis del Observatorio Laboral de la Pontificia Universidad Javeriana reflejan que los desafíos del país siguen siendo muchos debido a los desequilibrios. Se estima que hay 52’695.952 colombianos, de los cuales 40’514.000 están en edad de trabajar (PET). La realidad es que 23’702.000 están ocupados, mientras que 2’522.000 es la población desempleada. El 64,7 % de la población en edad de trabajar participa laboralmente y el 58,5 % cuenta con algún tipo de vinculación laboral. El desempleo actual en el país es del 9,6 % y el 7,9 % de los colombianos se encuentra en subocupación o informalidad. 14’289.000 personas no están dentro de la fuerza de trabajo. Son estudiantes, se dedican a actividades domésticas o no buscan trabajo.
De los trabajadores ocupados, 10’109.000 trabajan en empresas particulares, 830.000 son empleados de planta en instituciones gubernamentales y 789.000 se catalogan como empleados domésticos. 9’878.000 son trabajadores independientes, entre contratistas y un sector de informales, mientras que 657.000 son empleadores o patrones. 524.000 son trabajadores en negocios familiares y no tienen remuneración, y 657.000 son jornaleros en actividades agropecuarias.