La muerte del papa Francisco ha generado un período de luto en el Vaticano y marca el inicio de un proceso milenario para la elección de un nuevo pontífice. Tras la confirmación del fallecimiento por parte del cardenal Kevin Farrell, camarlengo del Vaticano, el mundo católico se cuestiona el proceso que se iniciará para seleccionar al sucesor del papa.
Este procedimiento, arraigado en la tradición pero actualizado sutilmente para el mundo moderno, se conoce como “interregno papal”. El periodo entre la muerte de un papa y la elección de otro ya ha comenzado.
Los cardenales deberán decidir cuándo se llevará a cabo el funeral y posteriormente, cuándo iniciará el cónclave. Sin embargo, gran parte del cronograma está predeterminado. La muerte del papa ha desencadenado un período de nueve días de luto conocido como los Novendiales. El entierro del papa se realizará entre el cuarto y el sexto día después del fallecimiento.
El cuerpo del papa también será expuesto en la basílica de San Pedro como muestra de luto, y se celebrará una misa cada día. Posteriormente, todos los cardenales menores de 80 años se reunirán en el Vaticano para elegir al sucesor de Francisco.
La elección de un papa suele durar entre dos y tres semanas tras el fallecimiento de su predecesor, aunque puede extenderse si los cardenales tienen dificultades para ponerse de acuerdo sobre un candidato.
