El asesinato de Alessandro Coatti, un biólogo italiano de 42 años, encontrado descuartizado en Santa Marta, ha generado una profunda conmoción en Europa y activó una ofensiva judicial en Italia. La Fiscalía de Roma abrió una investigación formal por homicidio bajo la coordinación del fiscal jefe Francesco Lo Voi.
El caso, que ha sacudido a Santa Marta por la brutalidad con la que fue perpetrado, ha transcendido las fronteras colombianas. La indignación en Italia es palpable, tanto el Ministerio de Asuntos Exteriores como la Embajada italiana en Bogotá se han movilizado para brindar asistencia a la familia del investigador y activar mecanismos de cooperación internacional.
“El caso se sigue con la máxima atención desde nuestras instituciones. Se ha abierto un expediente judicial y estamos en contacto directo con las autoridades locales y los familiares”, señaló un comunicado oficial de la embajada italiana.
La escena del crimen ha dejado a expertos conmocionados. El domingo fueron encontrados los primeros restos del científico: cabeza y brazos dentro de una maleta abandonada cerca del estadio Sierra Nevada. Al día siguiente apareció su torso a orillas del río Manzanares. Finalmente, el martes, las piernas fueron halladas en un paraje boscoso de Bureche. Tres días de hallazgos macabros que configuran un crimen con claras señales de tortura y sevicia.
Alessandro Coatti no tenía antecedentes penales, ni vínculos con redes criminales. Era un turista que había llegado a Santa Marta en solitario, se alojó en un hotel del centro histórico y su última señal de vida fue el 4 de abril, cuando salió hacia una discoteca. Nunca regresó.
Inicialmente, las autoridades consideraron que este caso podría estar relacionado con la disputa territorial entre bandas armadas ilegales, pero el perfil de la víctima y la falta de vinculación con el crimen organizado han alterado esa hipótesis. La identificación de Coatti se logró gracias a una manilla de hotel encontrada en uno de los restos. Al confirmar su identidad, los investigadores descubrieron que era un académico con formación en Ciencias Moleculares. Su asesinato ha generado un gran impacto en la prensa italiana, que exige explicaciones inmediatas y garantías para los ciudadanos que visitan Colombia.
La Fiscalía de Roma ya ha solicitado los avances de la investigación a las autoridades colombianas, mientras se plantea una eventual cooperación binacional para esclarecer los hechos.