A partir del miércoles 7 de mayo, 133 cardenales de todo el mundo menores de 80 años se reunirán en cónclave en el Vaticano. Este proceso secreto, sin campañas ni postulaciones oficiales, siempre genera expectativas en la Iglesia y la opinión pública internacional.
Aunque no existen candidaturas formales, analistas del mundo católico y diplomático ya identifican a 15 cardenales que podrían convertirse en el sucesor de Francisco, el primer papa latinoamericano.
Desde Europa, destaca el italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano. A sus 70 años, es una figura clave en la diplomacia vaticana y ha sido protagonista en negociaciones internacionales como el acuerdo con China en 2018. Otro candidato fuerte es Matteo Zuppi, arzobispo de Bolonia, reconocido por su labor como mediador en conflictos como el de Ucrania, y por su cercanía con comunidades excluidas.
También se menciona a Pierbattista Pizzaballa, patriarca latino de Jerusalén, con profundo conocimiento del conflictivo contexto de Oriente Medio, y a Jean-Marc Aveline, arzobispo de Marsella, quien representa la defensa de los migrantes y el diálogo interreligioso.
En Asia, sobresale el filipino Antonio Tagle, conocido como el “Francisco asiático” por su trabajo con comunidades pobres y su espíritu reformista. Igualmente destaca Charles Maung Bo, de Birmania, primer cardenal de su país, defensor de los rohinyás y promotor de la no violencia en medio de la crisis birmana.
Desde África, dos nombres llaman la atención: el ghanés Peter Turkson, reconocido por su participación en foros internacionales y propuestas sobre justicia económica, y Fridolin Ambongo, de República Democrática del Congo, una de las voces más relevantes en el episcopado africano.
En América, el panorama también ofrece candidatos de peso. Robert Francis Prevost, originario de Chicago, actual prefecto del Dicasterio para los Obispos, tiene además experiencia como misionero en Perú. Por su parte, el carismático Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York, es una figura de alto perfil mediático y defensor de posturas conservadoras.
Los otros cardenales en esta lista provienen de Malta, Hungría, Luxemburgo y Suecia, cada uno con trayectorias particulares en diálogo interreligioso, defensa de valores tradicionales o modernización de estructuras eclesiales.
La elección papal, además de definir el futuro de la Iglesia, representa un momento de gran interés político, social y espiritual. El perfil del próximo papa será clave para enfrentar los desafíos del siglo XXI, entre ellos, la secularización, las tensiones internas y la necesidad de una Iglesia más cercana a los fieles en contextos cada vez más diversos y exigentes.
Durante el cónclave, los cardenales electores permanecerán aislados en la Capilla Sixtina y realizarán sucesivas votaciones hasta alcanzar una mayoría de dos tercios. La fumata blanca anunciará al nuevo pontífice, quien deberá asumir el liderazgo espiritual de más de mil millones de católicos en todo el mundo.